II Carrera del Corazón

Llegamos con tiempo a la casa de campo aparcando en la zona de salida a la m-30. Nada más dejar el coche me parece ver de lejos a nuestra triatleta Tania entrenando por el paseo Piñoneros sentido Garabitas.

Rumbo hacia el lago, con Santi, su hermano y Joselú  nos colocamos al final del todo y salimos con un desfase de más de dos minutos, arrancando en modo jogger hasta el kilómetro 2 muy concentrado para no chocar con ningún compañero.

A partir de ahí consigo una buena velocidad de crucero (entre 4:20-4:30) que esperaba ya aguantar hasta meta. Son momentos de disfrute total, en el que me saludó un paisano, con el que espero coincidir en alguna carrera de la liga de cross de Cabrerizos.

Pero ya de la vuelta a la casa de campo (pasado el km7), coincidiendo con la única cuesta a tener en cuenta de apenas 300 metros, me empiezo a sentir pesado, decrementando bastante el ritmo (4:58).

A partir de aquí me relajo dejándome llevar, con la suerte de que me engancha Joselú y me pone un par de marchas más, para llevarme los dos últimos a 4:40, entrando en meta con un tiempo de 46:34.

No ha estado nada mal la carrera del Corazón, en una mañana fresquita y con un pérfil bastante llano para lo que acostumbramos en los Madriles, y con una organización muy correcta en general.

La única pega, (desconociendo la participación final) es que siendo la salida en la casa de campo con sus sendas estrechas, había demasiada masificación. Pero en mi caso, como se trataba de hacer un entrenamiento de calidad es un detalle menor.

Espera encontrarme mejor a estas alturas, pero las sensaciones no han sido buenas terminando los últimos kilómetros muy justito.

La parte negativa, es que ya en frío el pinchazo en el abductor es más agudo extendiéndose en forma de molestias difusas a otras zonas y me esta empezando a generar alguna duda de cara a los 21 km de Valencia.